La función principal de la dieta es proporcionar los nutrientes necesarios y suficientes para satisfacer los requerimientos metabólicos y proporcionar una sensación de satisfacción a quien la consume. Sin embargo, los conocimientos recientes apoyan la hipótesis que, más allá de las necesidades nutricionales, la dieta a través de sus componentes bioactivos puede modular diversas funciones en el organismo, sistema inmune, expresión génica, pudiendo jugar un rol beneficioso o perjudicial en el desarrollo de algunas enfermedades.
La capacidad de los alimentos para prevenir o reducir la gravedad de los síntomas derivados de lo que hoy con frecuencia se denominan deficiencias nutricionales, se ha registrado en una variedad de documentos históricos. La capacidad de los alimentos para influir en estos procesos probablemente depende de varios factores, incluyendo las interacciones con otros componentes en la dieta, el estado fisiológico del consumidor, el patrón de comportamiento y sus antecedentes genéticos.
No existe un acuerdo para definir en forma precisa lo que son los “alimentos funcionales”. Muchos consideran que se trata de un concepto aún en desarrollo y que bien podría considerárselos como productos intermedios entre los alimentos tradicionales y la medicina. Aunque “alimentos funcionales” es un término cada vez más familiar, no ha sido acogido en su totalidad por las comunidades de salud y científicas.
Los alimento funcionales, podrían definirse como cualquier alimento natural o procesado, que además de sus componentes nutritivos, contiene componentes adicionales que favorecen la salud, la capacidad física y el estado mental de una persona.
La idea de los alimentos funcionales fue desarrollada en el Japón durante la década de los 80, en respuesta a la necesidad de reducir los altos costos de los seguros de salud, que aumentaron debido a la obligación de proveer cobertura a una población cada vez mayor en edad.
De acuerdo a los japoneses, los alimentos funcionales pueden clasificarse en tres categorías:
• Alimento en base a ingredientes naturales.
• Alimentos que deben consumirse como parte de la dieta diaria.
• Alimentos que al consumirse cumplen un papel específico en las funciones del cuerpo humano, como:
1. Mejoramiento de los mecanismos de defensa biológica.
2. Prevención o recuperación de alguna enfermedad específica.
3. Control de las condiciones físicas y mentales.
4. Retardo en el proceso de envejecimiento.
Muchos factores han contribuido a la actual revolución dietaria y al interés creciente por los alimentos funcionales. Entre ellos, se encuentra la numerosa evidencia acerca del papel vital de los factores nutricionales en la mantención de la salud y en el desencadenamiento de diversas enfermedades. El rol que juega la dieta en la manifestación de las principales causas de muerte y que son comunes a muchos países del mundo occidental incluyen:
• Enfermedades cardiovasculares.
• Cáncer.
• Trombosis.
• Diabetes.
• Aterosclerosis.
• Enfermedades hepáticas.
• Otras alteraciones fisiológicas
Entre las funciones de los alimentos funcionales se encuentran:
• Poder antimutagénicos o anticancerígenos.
• Controlar la presión sanguínea.
• Regular el colesterol.
• Mejorar la función cerebral.
• Poder antioxidante.
• Control del metabolismo de la grasas.
• Mejoramiento de las defensas del organismo.
No obstante las definiciones y conceptos señalados, éste es un tema que está en constante revisión. Por ejemplo, se estima que el consumo de dietas con alto contenido de productos de origen vegetal (frutas, verduras, granos y leguminosas) constituyen un medio de protección contra enfermedades crónicas, especialmente el cáncer. Las personas que consumen un bajo nivel de frutas y verduras tienen el doble del nivel de riesgo para desarrollar diversos tipos de cáncer, comparadas con las personas que tienen un alto nivel de consumo de este tipo de alimentos.
La alimentación saludable es la base de una buena salud.
Conrado Camilo Manríquez
Ing. en Alimentos.
Corthorn Quality Chile S.A.